Crónicas de Japón 2007 (Día 21 – Tokyo)
01 Septiembre 2007
Hoy sesión doble de Japón, ya que ya es hora de acabarlo y tengo ganas de empezar con las crónicas del 2009.
Para hacerlo más sencillo, en la columna de la izquierda he añadido un listado con todos los días.
Día de descanso y por lo tanto no madrugamos mucho. Ese día lo dedicamos enteramente a… Akihabara. Más que nada a investigar todo el barrio (me pareció más divertido que visitar tiendas todo el rato). Como siempre la salida de la estación estaba repleta de chicas vestidas de Maids repartiendo propaganda.
Yo aquí me compré unas figurillas de Kinnikuman. Lo curioso fue la decoración exterior de la tienda Kotobukiya que la habían cambiado y habían puesto una impresionante Rei Ayanami de tamaño real.
Yo la verdad que no se porque, pero tengo una camiseta que se ve igual te la pongas bien o con las etiquetas por fuera. Así que lleve todo el día la camiseta al revés. Aunque me lo dijeron no me importó mucho, estábamos en Akihabara…
Ese día había poca gente por Akihabara, quizás debido a la lluvia. Nosotros decidimos ir por la gran avenida a ver lo que veíamos hasta que llegamos a una zona que casi no habían tiendas.
Aparte de eso fuimos por la zona que hay por detrás de una comisaría de policía que hay cerca de la estación donde pudimos ver un río transitable, las típicas separaciones entre edificios y un edificio muy estrecho.
Ese día volvimos a comer en el Restaurante Italiano que había en Akihabara, debajo del Club Sega. Y después a tomar un café al «Cafe With Cat«
Poco a poco se iba haciendo de noche en Akihabara y esa era la última noche que pasaríamos en Japón. Al día siguiente saldría el vuelo que nos devolvería a la realidad.
Después de cenar, nos fuimos a la estación de Tokyo para comprar los billetes para el Narita Express, pero por desgracia los que iban directamente desde la estación estaban agotados y nos dieron otros desde otra estación. Cuando llegamos a Meguro volvimos a mirarlo en las máquinas que habían y vimos que si que habían billetes (o eso pensábamos porque al día siguiente en Narita no nos pasaban y nos llevamos las puertas por delante con las maletas, sin querer ya que pensamos que se habían abierto)
Y así acabó el primer viaje a Japón.