Crónicas de Japón 2009 (Día 10 – Kyoto)
7 Abril 2009Este día realmente no iba a ser de descanso y en verdad no lo fue.Lo pimero que hice fue comentar lo de la perdida de la cartera en recepción a ver si me decían que hacer. La noche anterior había estado mirando en la guía («Rumbo a Japón» de Marc Bernabé, Verónica Calafell y Jesús Espí) como se decía «He perdido la cartera», así que le dije a la chica lo que ponía en el libro. Pero no se si se lo dije mal o que se quedó sorprendida de que se lo dijese en japonés que soltó el típico: «Areee~!», por lo que decidí decírselo en inglés. Creo que les quedó claro que era una cartera negra que ponía Jack Daniels.Con eso aclarado, como cada mañana nos volvimos a recorrer todo el camino desde el hotel hasta la estación andando, aunque llevabamos dos días que en vez de bajar por calles principales ibamos por calles secundarias.Delante del templo Higash Honganji habían ya algunos cerezos florecidos que no habiamos visto los días antes. Además de eso vimos varios colegiales en bicicleta y nos extrañó que todos ellos llevasen casco.
Ya delante de la estación vimos a unas japonesas vestidas con uniforme y faldita corta y se nos acercó una y nos dió a cada uno un Oromin que es una bebida enérgetica (la que me bebí en el Monte Shosha de Himeji) muy parecida al Red Bull en cuanto a sabor.Como no teniamos prisa porque solo ibamos a visitar un sitio, pensamos en ir a ver el Bic Camera que habían abierto en el 2007 (aquí vereis como me daban un abánico promocional)Bic CameraEl Bic Camera era bastante grande, no como otros centros de este estilo que se podían ver en Japón como los Yodobashi de Akiba u Osaka, pero si más grande que cualquiera de los centros comerciales que se pueden ver en España. Como curiosidad diré que hasta había una estación de tren que la salida era una planta de la tienda.Óscar se compró unos Blue Ray grabables que según me dijo estaban muchísimo más baratos que aquí. Aparte también probamos unas máquinas que había para hacernos fotos.Ese día teniamos pensado ir a Sanzen-in, un templo que nos había recomendado el hombre de Hakata que encontramos en el Nozomi en nuestro primer viaje.El problema fue que en la página de Japan-Guide ponía que debiamos coger el autobús 17 (ahora lo han cambiado al 19…), así que llegamos a la estación de autobús y nos subimos a ese número.Después de dar muchas vueltas y ver que la mayoría de gente que había subido al principio ya se había bajado, decidí preguntarle a la conductora.La chica me dijo amablemente que ese autobús no era, que era otro, pero no la entendí muy bien, por lo que decidí que lo mejor era bajarse allí y ya que no estabamos muy seguros y estabamos cerca del camino del filósofo, allí que nos fuimos.El Camino del Filósofo (Tetsugaku no Michi)De camino al camino del filósofo vi que al lado de un supermercado había una pequeña ventanita donde una mujer vendía korokkes, así que me compré uno para probarlo.
El camino del filósofo había cambiado desde el primer día que lo vimos, ahora estaban mucho más florecidos y era todo más bonito.
Allí puse en práctica lo que llamamos fotos estilo Robocop, que se trataba de hacer fotos sin mirar y con la cámara a todas las alturas, la verdad es que quedaron algunas muy chulas.
La verdad es que no recorrimos mucho el camino, más bien hicimos una visita rápida y vimos unos 200 metros.Volvimos a bajar hasta la parada donde nos había dejado el autobús y esperamos a que llegase uno que nos llevase al templo Kiyomizu-dera.
Se notaba el aumento de gente de unos días a otros y los autobuses estaban hasta los topes, tal como me dijo un chico de Kyoto por youtube. Incluso algunos sufrían retraso.El autobús que esperabamos ponía en la parada que estaba a punto de llegar, se apagaba la luz como que ya estaba en la estación y no llegaba, y volvía a encenderse de que estaba un par de paradas más atrás.Kyoto Keage Incline, Templo Heian y Mercado de NishikiLe comente a Óscar de ir caminando un rato y a los pocos metros de empezar a caminar, nos pasó el autobús por al lado (aunque estaba hasta los topes). Seguimos caminando y llegamos al Kyoto Keage incline, desde el cual pudimos ver que habían más cerezos florecidos que el día en que fuimos. Más tarde llegamos a una calle desde la que se podía ver el gran torii del templo Heian, pero no fuimos al templo, si no que continuamos caminando.
La verdad es que era una caminata enorme y estabamos bastante cansados, pero yo por lo menos lo estaba disfrutando.Por una de las calles cercanas al templo Heian vimos un canal por el que pasaba agua y a lo lejos vimos unos cuantos cerezos por lo que decidimos ir por allí.
La gente disfrutaba del paisaje y de los cerezos y nosotros también ya que aquel que vimos tenía muchas flores. Como andábamos algo perdidos, por lo que decidimos seguir a unas señoras japonesas que había por allí.
Nos llevaron por unos callejones estrechos muy curiosos y que nos llevaron hasta el mercado de Nishiki. Que nos habiamos dejado por ver el 31 de marzo cuando habiamos ido al templo Heian.
Callejeando por KyotoDesde Nishiki ya fuimos dirección al parque Maruyama y como teniamos hambre decidimos entrar a un restaurante que había al lado. Resultó ser un restaurante de comida rápida de los que hay que sacar el ticket.
Yo me compré algo que ponía udon y Óscar arroz al curry. Lo curioso es que hay que dí el ticket en la barra y el chico que me atendió se metió en la cocina y salió con el bol de arroz y el de fideos. ¡No tardó ni 1 minuto!Lo peor de la comida… es que no tenían ningún tipo de bebida, solo te verde (no me gusta) y agua para el curry. Eso sí, para ser comida rápida estaba muy rica.Cuando habiamos acabado de comer salimos del restaurante y pasamos de largo el parque Maruyama.
Desde allí subimos por la calle por la que habiamos bajado el primer día en Japón cuando fuimos al templo Kiyomizu-dera. El ambiente no tenía nada que ver con el de días antes, tanto por ser fiesta como por ser de día.
Templo Kiyomizu-dera
Después de caminar entre toda aquella gente por fin llegamos al templo, pero esta vez no se pagaba entrada hasta más arriba.Como estabamos cansados de tanto caminar y ya no teniamos ganas de hacer nada más durante el resto de nuestro último día en Kyoto, decidimos sentarnos en un banco que había por allí viendo pasar a la gente.
La verdad es que había de todo, pero lo que más gracia me hizo fueron tres chicas japonesas con yukata que se hacían fotos entre ellas. Lo curioso era el estilo que tenía cada una haciendo las fotos…
Y lo último que hicimos en Kiyomizu-dera fue ver el jardín de fuera con cerezos desde el que se veía la pagoda y poca cosa más.
Callejeando por KyotoVolvimos a bajar por las calles, pero esta vez fuimos por la que pasaba por el Mausoléo Nishi-otani que estaba al final de la Avenida Gojo (la de nuestro hotel) volviendo al estilo de fotos «Robocop» y otra cosa en la que se notaba que había más gente eran los policías dirigiendo el tráfico.
Fuimos caminando por Gojo dirección al Río Kamo y cuando casi estamos llegando al hotel, Óscar me dice que le eche una foto a un chaval que pasaba en bicicleta… seguro que pensó que era un cabrón.
Cuando llegamos al hotel la chica que me dió la llave me comentó que no habían encontrado la cartera y que me habían apuntado una serie de datos en un papel para que se lo diese a la policía.Así que lo siguiente que hicimos después de dejar las cosas en el hotel fue ir a la comisaría que estaba cerca de la estación de tren.Según Óscar eso fue lo más friki que hicimos en el viaje.Comisaria de PolicíaCuando entramos a aquella comisaría, tan típica de las series (me recordó a Taiho Sichauzo) todas las miradas se centraron en nosotros. Salude al recepcionista, un policía de unos 50 y tantos y le dije «I lost my wallet.», pero el tío no se enteraba de nada, así que le dí el papel que me habían dado en recepción.Entonces cogió el teléfono y llamó a alguien. Solo me enteré de que dijo » … Gaijin-san…» (yo no veo mal que me llamen gaijin) y poco después aparecía un policía calvo con bigote de unos 40 y pico años que era el intérprete de inglés. Cuando nos preguntaron que que haciamos en Japón y les dijimos que de vacaciones y estabamos 10 días por Kyoto y 4 por Tokyo todos se pusieron muy contentos.Me hizo una serie de preguntas sobre la cartera y me preguntó que donde la había perdido. Yo le dije que si tenían un plano y les indicaba donde. Así que me trajeron un libro que era más gordo que las páginas amarillas, en blanco y negro y todo en japonés. Como no me enteraba de nada le dije «Near Ginkakuji» y me preguntó «Ginkakuji or Kinkakuji» y yo dije «Ginkakuji». A eso que una mujer policía de unos 40 y tantos exclama. «Aaaah~, Ginkakuji.» y le dije que cerca había una pequeña Koban pero que en aquel momento cuando la perdí no había nadie.Ya habían un par de personas más atentas a lo que yo explicaba, algunos no se enteraban, pero les resultaría curioso, aparte también se unió a la conversación en inglés un hombre de unos 60 años con uniforme y que tenía pinta de jefazo.El policia del bigote (o detective como pensamos nosotros porque iba de paisano) me dió una hoja a rellenar con mis datos, dirección y los datos del objeto perdido.Pero cuando empecé a rellenarlo recibió una llamada y dijo que se tenía que ir, por lo que se puso conmigo el que parecía jefe.El jefe me dijo que era intérprete de chino y que ahí estaba, hablando en inglés, yo le contesté que era español y que allí estaba, hablando en inglés.Me dió otro papel y me dijo a ver si podía apuntar las letras más separadas, así que fuí rellenando. Aunque había una cosa que me preguntaba el intérprete de chino que no entendía y era algo como «Cara-«… después de mucho pensarlo Óscar dijo que preguntaba por el color…Cuando ya estuvo todo rellenado me dijeron que ya dirían algo, yo por si acaso deje el número del hotel de Kyoto en el que tenía pensado dejar el teléfono de Tokyo. Y finalmente nos despedimos de ellos y nos volvimos al hotel.
Vuelta al HotelCamino del hotel paramos en un 7 Eleven y nos compramos algo para cenar.En el hotel cenamos y nos tumbamos en la cama a descansar y nos pusimos a ver la tele. Hacían de todo, pero lo que más nos gustó fue el «Time Shock» un programa de pruebas, que aunque no nos enterabamos de nada nos reíamos bastante.
En otros canales echaban un reportaje sobre un asesino por Kyoto pero no nos enteramos muy bien. Quizás por eso se tuvo que ir el detective.Yo mientras puse a grabar el anochecer desde el hotel con la cámara de vídeo.Y finalmente nos fuímos a dormir ya que la mañana siguiente debiamos dejar el hotel y coger un shinkansen hasta Tokyo.
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