Crónicas de Japón 2009 (Día 11 – Tokyo)
8 Abril 2009Este era el día que cogiamos el Shinkansen de Kyoto hasta Tokyo, ya solo nos quedaban 4 días en Japón y los queriamos seguir disfrutando tal y como habiamos estado haciendo hasta ahora por lo que decidimos que lo mejor era madrugar y coger un Shinkansen Hikari el cual tardó dos horas y media en llegar a Tokyo.Cuando llegamos a la estación de Tokyo buscamos la línea Yamanote que sabiamos que pasaba por la parada Hamamatsucho donde estaba nuestro nuevo Hotel, el Shiba Park.Como siempre todo lo haciamos al revés cogimos el tren que no era y en vez de ir dirección Hamamatsucho que eran 2 paradas, nos fuimos dirección Akihabara que eran 45 minutos de trayecto hasta nuestra parada.Ya en Hamamatsucho nos dirigimos dirección a la torre de Tokyo hasta dar con una gran puerta estilo japonés que, según lo que nos dió la agencia de viajes, teniamos que ir hacia la derecha ya que en esa calle estaba el hotel.Llegamos a recepción donde entregué la hoja de la reserva. Después de dar los datos nos dijeron que teniamos una reserva para 3 noches y acto seguido vino una chica con un carrito para llevarnos la maleta a la habitación (primera vez que lo veía en Japón). Mientras Óscar ayudaba a la chcia a poner las maletas en el carrito la chica que nos atendió (que llevaba una chapita con el logo de Yokoso! Japan) nos sacó un plano y una miniguía de Tokyo en Español.Nuestra habitación estaba en el Anexo, por lo que tuvimos que salir del hotel por la puerta de atrás, cruzar una pequeña calle y entrar. En el Anexo había una cafetería y también internet.La chica que había puesto las maletas en el carrito nos acompañó con ellas hasta la habitación.Y después de dejar las maletas volvimos hasta la estación de Hamamatsucho donde cogimos el tren hasta Shinjuku, donde teniamos varias cosas para ver.Salimos por una de las salidas de la gran estación de Shinjuku y tuvomos que estar un buen rato dando vueltas por las calles del barrio para dar con nuestro primer destino de la zona, el Shinjuku Koen o Parque de Shinjuku.En la entrada había un cerezo pero también habían taquillas. Sí, para entrar en el parque hacía falta comprar un ticket, como si de una estación de tren se tratase.Estuvimos dando una vuelta por ese fantástico lugar lleno de cerezos enormes con muchas hojas blancas y con mucha gente sentada debajo de ellos haciendo el Hanami con amigos, familiares o compañeros de trabajo. De vez en cuando soplaba una ligera brisa que hacía que volasen los petalos de los cerezos pareciendo que estaba nevando.
El parque era inmenso y llevabamos un buen rato por allí, parecía no tener fin, así que decidimos volver a la entrada del parque para ir a otro sitio. A la salida vi un pequeño carrito donde un hombre de unos 50 años vendía kakigori, así que sin dudarlo me compré uno y como ibamos dos me preguntó si queriamos otra cuchara.
Volvimos hacia la estación de Shinjuku y allí nos dirigimos a la salida este que era la zona por la que estaba el siguiente sitio para visitar, el Kabuki-cho un barrio conocido como el distrito de las luces rojas donde opera la mafia china y los yakuza.Antes de entrar al barrio nos fuimos a comer a un McDonalds que había justo a la izquierda de la entrada de Kabuki-cho. Allí vimos que no todos los locales de Japón son limpios. Subimos a la 2ª planta y yo noté que el suelo estaba un poco pegajoso, además de que no era como en el McDonalds que fuimos en Kyoto donde todo el mundo estaba en silencio estudiando. Aquí todo el mundo hablaba.Habiendo acabado de comer, por fin nos adentramos en el barrio. Dos motivos por los que quería entrar en este barrio eran porque ahí se desarrollaba la acción de mi manga/anime preferido, City Hunter y porque salía en el primer Ryu Ga Gotoku. Pronto reconocí la plaza que sale en el juego y la verdad es que no fuimos mucho más lejos ya que el parque nos había consumido mucho tiempo y teniamos que ir a Asakusa a visitarlo, ni siquiera tuvimos tiempo de visitar el Tocho Mae…
Nos dirigimos a la salida este de la estación de Shinjuku a la cual le hice una foto y le comenté a Óscar que era una lástima que pusiese Lumine Est y no My City. Entonces se giró un hombre que había parado en el semáforo y me sonrió, yo le hice una reverencia con la cabeza. Lo más seguro es que entendió porque lo decía.
Cogimos un tren de la JR que nos dejaba en una parada llamada Asakusabashi. Hasta ahí bien si no llega a ser porque bashi es puente y yo no tenía ni idea de cuantos puentes había por la zona, pero pronto pudimos descubrir que habían muchos.Caminamos un poco para darnos cuenta de que no veiamos nada parecido a unos templos y los mapas de la zona no indicaban donde estaba y sinceramente yo tampoco sabía donde, pensaba que estarían cerca de la estación de tren. Decidí que lo mejor era ir hacia el río y desde allí podriamos encontrarlo más facilmente.
Estando cruzando un puente sobre ese río vi a una mujer por allí y le pregunté, pero me dijo que no sabía nada. Aún así nos dijo que la siguiesemos y nos llevó a una pequeña Koban al otro lado del puente. Allí le preguntó al policía que había dentro de la caseta el cual dijo que eso estaba muy lejos, unos 3 o 4 puentes más hacia arriba.Habiéndole dado las gracias a la mujer nos dirigimos hacia donde nos habían dicho. Y vaya pedazo de caminata que nos pegamos, más de 1 hora hasta que llegamos por la orilla del río y en línea recta pasando por debajo de varios puentes hasta que dimos con el famoso edificio de la cerveza Asahi.
Cuando por fin llegamos a Asakusa ya era casi la hora en la que salía el ferry que queriamos coger para ir a Odaiba y es que no era un ferry cualquiera, era el Himiko un ferry diseñado por Leiji Matsumoto el creador del Capitán Harlock, Queen Millenia, Galaxy Express, Yamato y ese era el único que había por lo que no pudimos visitar Asakusa.
Pagamos la entrada del ferry y esperamos un poco a que llegase y saliese la gente que iba en él. La verdad es que el ferry por dentro no era cosa del otro mundo, era como el resto de ferrys, aunque la travesía nos la narraban los personajes de Galaxy Express (Maetel, Tetsuro y el conductor) explicando todo lo que podiamos ver desde el barco.
Tras una tranquila travesía, en la que también pasamos por debajo del Rainbow Bridge por fin llegamos a Odaiba aunque ya casi había anochecido y no sabiamos a donde ir.
Dimos un paseo por una pasarela que nos llevó hasta una pequeña estatua de la libertad y detrás de un centro comercial llamado Aqua City podía verse el extraño edificio de la Fuji TV.
Ya teniamos hambre así que entramos en el Aqua City en busca de algún restaurante donde cenar. Llegamos a una planta donde pudimos ver unos cuantos restaurantes y nos decidimos por un Italiano llamado «To The Herbs» donde nos pedimos unas pizzas para cenar.
Anecdota: Cuando pedimos las bebidas Óscar vió que había tres tamaños de cerveza: pequeño, mediano y otro que ponía un kanji, así que le dijo al camarero que quería esa. El cámarero cogió las cartas y se iba sin preguntarme a mi lo que quería beber, así que le dije que una Coca Cola. Me dijo que esperase un momento y abriendo la carta le preguntó a Óscar que si estaba seguro, a lo que él le dijo que sí.Cuando nos trajo las bebidas nos empezamos a partir el culo. La cerveza que se había pedido Óscar era una inmensa jarra de 2 litros.
Después de cenar nos fuimos a coger el famoso monorail de Odaiba, el cual va sin conductor.
Queriamos ir a la estación cercana a la torre de tokyo aunque al llegar a esa parada estabamos muy perdidos y desorientados y tuvimos que pasar por un subterraneo a buscar una estación de metro pero nos equivocamos y tuvimos que dar la vuelta, y encima Óscar todo el rato con ganas de mear por haber bebido tanta cerveza (y no se la bebió entera) por lo que tuvimos que entrar a un centro comercial.
Por suerte después de andar por algunas calles con la torre de tokyo al fondo, por fin dimos con el hotel y nos fuimos a dormir.
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